Las formulaciones de recubrimiento se basan en metales de la familia del platino, como iridio, rutenio, platino, paladio y rodio.
El proceso de composición y deposición determina las características del recubrimiento, lo que favorece la reacción deseada, al tiempo que inhibe reacciones secundarias indeseables.
El espesor del recubrimiento varía de 1 a 100 micras y requiere el cumplimiento de estrictos protocolos de deposición.